Visión desde Washington: Argentina: Fin de un Ciclo-Se dejó atrás una tormenta, pero no se garantiza un curso tranquilo/ Vision from Washington: Argentina: End of a cycle-A storm was left behind, but smooth sailing is not guaranteed (English following the Spanish Version)
Nota: Ésta es probablemente el comentario final de esta serie, ya que las circunstancias han cambiado radicalmente en Argentina. Seguiré de cerca los eventos argentinos y publicaré en medios amigos, pero no con la frecuencia reciente. A todos, críticos y simpatizantes, les pido perdón por posibles desacuerdos y errores, y les agradezco esta oportunidad que me dieron. Espero estar en contacto en el futuro cercano.
Note: This is probably the final comment of this series, since the circumstances have changed radically in Argentina. I will follow closely Argentine events and publish in the media, but not with the recent frequency. To everyone, critics and supporters, I ask for forgiveness for possible disagreements and and mistakes, and I thank you for this opportunity you gave me. I hope to be in touch in the near future.
Visión desde Washington: Argentina: Fin de un Ciclo-Se dejó atrás una tormenta, pero no se garantiza un curso tranquilo/ Vision from Washington: Argentina: End of a cycle-A storm was left behind, but smooth sailing is not guaranteed (English following the Spanish Version)
Claudio M. Loser
Centennial Group América Latina Abril de 2016
Prácticamente se ha completado el proceso de transición en Argentina. Excepto en un caso imprevisto en cuanto a los “holdouts”, el país pronto habrá dejado atrás su tumultuoso pasado relacionado a la deuda. Evidentemente, todavía hay muchos detalles por resolver, pagos a realizar, demandas a negociar y fondos a obtener. Sin embargo, estos problemas se están solucionando. Argentina se ha incorporado nuevamente al mundo financiero, y todas las partes involucradas construyen puentes rápidamente.
La política en la Argentina sigue siendo compleja, aunque existe una tregua operativa, y el poderoso movimiento Kirchnerista está en retirada. Una clara mayoría en el Congreso levantó las restricciones a los acreedores extranjeros y al endeudamiento externo. Hay una amplia oferta de fondos (en una proporción de tres a uno con respecto a la colocación propuesta) por parte de inversionistas que desean revitalizar su cartera de mercados emergentes, frente a los graves problemas de la mayoría de los BRICS. Así, se acerca la imagen de la Argentina más a la de los países de la Alianza del Pacífico en la región.
El camino está lejos de llano, y los cambios de calificación muy recientemente realizados por Moody’s, seguramente pronto seguidos por otros, son significativos pero pequeños. El nuevo endeudamiento incluirá lenguaje acerca de mayorías calificadas (entren dos tercios y el 75 por ciento) para modificar los nuevos contratos, lo que evitará la dramática saga de los últimos años. Estas mayorías calificadas están en consonancia con las prácticas actuales, a la luz de la experiencia argentina.
A nivel interno, el trabajo de reconstrucción es sumamente complejo. El Presidente y su equipo económico han trabajado rápida y pragmática, proporcionando una transición sin sobresaltos en los mercados de divisas, donde las diferencias entre la tasa oficial y el dólar blue parecen ser de poca importancia. La política monetaria se lleva a cabo con cautela, y el ajuste fiscal ha comenzado, aunque probablemente a un ritmo demasiado lento para reconstruir rápidamente la credibilidad. Este es un tema polémico, y muchos apoyan un ajuste fiscal gradual frente a los riesgos externos, como los bajos precios de las materias primas y un alto grado de incertidumbre en Brasil, principal socio comercial de Argentina. Protagonistas claves entre estas voces son el FMI y el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF), que incluye a Guillermo Calvo, Guillermo Perry, y Ernesto Talvi, así como otros prestigiosos expertos latinos.
Incluso con ese apoyo intelectual, los mercados razonablemente esperan que Argentina no incurra en cantidades insostenibles de deuda nueva. El reciente ejercicio WEO del FMI muestra un aumento significativo en la proporción de la deuda pública a PIB, de 35 por ciento en 2012 al 56 por ciento el año pasado. La tendencia es inquietante si continúa por varios años. Pueden continuar las discusiones sobre cuál es la ruta adecuada de ajuste, pero el gobierno no puede permitirse llevar a cabo políticas débiles, incluso dentro de un enfoque gradual.
En cualquier caso, las autoridades deben ser calificadas de valerosas y flexibles y están tratando de proteger a los sectores más vulnerables de la población. Es muy probable que corrijan sus políticas cuando lo estimen conveniente, frente a los desafíos externos e internos. El país se lo agradecerá.
El autor es Presidente de Centennial Group Latin America; Senior Fellow en el Dialogo Interamericano; y sirvió como Director del Depto. del Hemisferio Occidental del FMI desde 1994 a 2002. Es oriundo de Argentina. Las opiniones presentadas son su responsabilidad, y de ninguna manera es su intención que ellas representen el punto de vista de las instituciones a las que está asociado
The vision from Washington: Vision from Washington: Argentina: End of a Cycle- A storm was left behind, but smooth sailing is not guaranteed
Claudio M. Loser
Centennial Group Latin America. April 2016
The transition process in Argentina is now virtually complete. Unless an unforeseen event arises regarding the “holdouts”, the country will soon have left behind its tumultuous debt-related past. Clearly, there are still many details to be fixed, payments made, lawsuits settled, and money raised. However, these issues are being worked out. Argentina is being welcomed back into the financial mainstream, and bridges are being built quickly by all sides involved.
The politics of Argentina remain complex, although a working truce has been put together, and the powerful Kirchnerista movement is in retreat. A clear majority in Congress lifted the restrictions on foreign creditors and foreign borrowing. There is ample supply of funds (in a ratio of three to one with respect to the proposed placement), from willing investors who want to revitalize their Emerging Market portfolio, in the face of serious problems with most of the BRICS, bringing the image of Argentina closer to that of the Pacific Alliance countries in the region.
The road ahead is far from smooth, and the very recent rating changes made by Moody’s, soon followed by others, are significant but small. The new borrowing will include language on qualified majorities (between two thirds and 75 percent) to modify the new contracts that will avoid the dramatic saga of recent years. These qualified majorities are in line with current practices, in light of the Argentine experience.
Domestically, the reconstruction work is exceedingly complex. The President and his economic team have worked rapidly and pragmatically, providing a smooth transition in the foreign exchange markets, where the differences between the official rate and the blue rate seem to be of no significant consequence. Monetary policy is being carried out cautiously, and fiscal adjustment is proceeding, although likely at too slow a pace to rebuild credibility quickly. This is a controversial issue, and many support a gradual fiscal adjustment in the face of external threats, including low commodity prices, and a high degree of uncertainty in Brazil, Argentina’s main trading partner. Key among these voices are the IMF, and the Latin America Shadow Financial Regulatory Committee (CLAAF), that includes Guillermo Calvo, Guillermo Perry and Ernesto Talvi, as well as other very prestigious Latin experts.
Even with such support, the markets would reasonably expect that Argentina does not incur in an unsustainable amount of new debt. The recent IMF WEO exercise shows a significant increase in the ratio of public debt to GDP from 35 percent in 2012 to 56 percent last year. The trend will be unsettling if it continues for several years. Discussions may continue regarding the appropriate path of adjustment, but the government cannot afford to carry out weak policies, even within a gradual approach.
In any event, the authorities can only be described as courageous and flexible, and are seeking to protect the more vulnerable sectors of the population. They are very likely to correct their policies as they see fit, in the face of external and domestic challenges, and the country will be thankful for that.
The author of this note is President of the Centennial Group Latin America; a Senior Fellow at the Inter-American Dialogue; and served as IMF Western Hemisphere Director from 1994 to 2002. He is Argentine. The opinions presented here are his own, and are not intended in any way to represent the views of the organizations with which he is associated