La vision desde Washington: un año después del default argentino, deterioro continuo y triste compañía/ The View from Washington: A year after the Argentine default, continued deterioration and sad company
La vision desde Washington: un año después del default argentino, deterioro continuo y triste compañía
The View from Washington: A year after the Argentine default, continued deterioration and sad company (following the Spanish version)
Claudio M. Loser
3 de julio de 2015
Ha transcurrido un año desde que Argentina entró en default con sus acreedores privados. Fue default para la mayoría, default técnico para los terminológicos exquisitos y no-default para las autoridades argentinas. Alcanza con mirar los balances del acreedor y se ve el default clara y simplemente. Ciertamente, quienes predijimos un cataclismo, no tuvimos razón en un sentido estricto. Pero la situación sigue siendo compleja y sin solución fácil. Pero la aplicación de rígidas restricciones, la presión sobre los negocios y China – el nuevo poder imperial – han ayudado a las autoridades a evitar llegar a la hora de la verdad.
Las autoridades envían palabras reconfortantes a Grecia, como si la expansión del club de no-cumplidores, mejora la situación del país. Ven a Puerto Rico como posible nuevo socio del grupo. Pero Grecia está en estado de pánico, como lo estaba Argentina en su momento. Un “corralito” griego está llevando a reconocer el costo de un enfrentamiento arrogante en lugar de cooperación con firmeza de convicción, mientras que las autoridades griegas están descubriendo que son relevantes pero no cruciales para el Euro y el sistema financiero. Peor aún, están tomando un enfoque de enfrentamiento innecesario cuando ya se ha hecho la mayor parte del ajuste, pero que se desperdiciará si no se llega a un acuerdo. A su vez, Puerto Rico, dentro de fuertes principios de estado de derecho, seguramente no caerá en la misma categoría que Grecia.
Esto nos lleva nuevamente a Argentina. El desafío continúa, y el gobierno se protege con la liquidez otorgada por China- al parecer junto con banderas rojas y estrellas amarillas en una base militar.
- La actividad económica continúa en descenso, y estadísticas recientes de la actividad industrial muestran un descenso de 3 ½ por ciento. Después de cuatro años de sostenida disminución del crecimiento, se espera una caída del PIB por segunda vez desde 2002. Se puede estimar que el ingreso per cápita ha disminuido desde 2011.
- La tasa de inflación en el año ha disminuido de cerca del 40 por ciento en 2014 a menos del 27 por ciento según fuentes independientes, pero sigue siendo la tasa más alta aparte de 2014 en el pasado reciente.
- La expansión monetaria ha alcanzado un ritmo anual de 37 por ciento.
- El déficit fiscal puede llegar a 6 por ciento del PIB, el peor desde el año 2002, financiado principalmente por creación de dinero y bonos domésticos.
- La cuenta corriente externa se ha deteriorado y se estima que muestran un déficit del 1,7 al 2 por ciento del PIB, el peor desempeño desde el año 2000. Continúan las salidas de capital.
- El tipo de cambio real, utilizando cálculos de inflación no oficiales, muestra la mayor pérdida de competitividad desde la devaluación del peso de 2001-2. Esto es sobre todo generado internamente, aun cuando el dólar se ha fortalecido frente la mayoría de las otras monedas.
- El diferencial entre la tasa de cambio oficial y la tasa “blue” se ha ampliado, aunque sigue siendo relativamente estrecho en alrededor del 35%, ya que el control policial de los mercados se ha intensificado considerablemente.
El Gobierno ha sido capaz de ocultar algunos de los efectos de este deterioro con mayor gasto gubernamental, coloreado por una retórica anti-inversionista y anti-empresas. Lamentablemente, puede permitirle escapar de un rechazo al momento de las próximas elecciones, aunque el país, como Grecia, sigue sufriendo debido a las acciones de sus autoridades.
El autor es Presidente de Centennial Group Latin America; Senior Fellow en el Dialogo Interamericano; y sirvió como Director del Depto. del Hemisferio Occidental del FMI desde 1994 a 2002. Es oriundo de Argentina. Las opiniones presentadas son su responsabilidad, y de ninguna manera es su intención que ellas representen el punto de vista de las instituciones a las que está asociado
The View from Washington: A year after the Argentine default, continued deterioration and sad company
Claudio M. Loser
July 3 2015
It has been a year since Argentina entered into default with its private creditors. It was default for most, technical default for the terminologically exquisite, or no-default for the Argentine authorities. Look at the creditor balance sheets, and you see default plain and simple. Clearly, those of us who predicted a cataclysm were not right in a strict sense. But the situation remains complex, and with no easy solution. Only rigid restrictions, pressure on business, and China –the new imperial power- have helped the authorities avoid reaching their day of reckoning.
The authorities send comforting words to Greece as if the expansion of the non-performers club makes their situation better. They see Puerto Rico as possibly joining as well. But Greece is in panic, as was Argentina in its time. A Greek “corralito” (bank-protecting fence) is bringing home the cost of arrogant defiance instead of cooperative firmness, while the authorities are discovering that they are relevant but not crucial to the Euro and to the financial system. Worst of all, they are taking an unnecessary confrontational approach when most of the needed adjustment has already been made, but would be wasted if no agreement is reached. Puerto Rico, within strong principles of the rule of law, should not fall into the same category as Greece.
This brings us back to Argentina. Defiance continues, and the government is protected by the Chinese granted liquidity- apparently with red and yellow-stars flags flying on a military base.
- Economic activity continues to fall, and recent numbers on industrial activity show a decline of 3 ½ percent. After four years of declining growth, output is expected to shrink for only the second time since 2002. GDP per capita is estimated to have declined in the last few years.
- The year-on-year inflation rate has fallen from about 40 percent to less than 27 percent according to independent sources, but it is still the highest rate other than in 2014 in recent memory.
- Monetary expansion is running at an annual rate of 37 percent.
- The fiscal deficit may reach 6 percent, the worst for the country since 2002. It is mostly financed by money creation and domestic bonds.
- The external current account has deteriorated and is now estimated to show a deficit of 1.7-2% of GDP, the worst performance since 2000. Capital outflows continue.
- The real exchange rate, using non-official inflation calculations, shows the greatest loss of competitiveness since the 2001-2 devaluation of the peso. This is mostly domestically generated, even as the US dollar has strengthened against most other currencies.
- The spread between the official exchange rate and the “blue” rate has widened, although it remains relatively narrow at about 35 percent, as the policing of markets has been sharply intensified.
Still the government has been able to hide some of the effects of this decline with increased government spending, colored by a colorful anti-investor and anti-business rhetoric. Unfortunately, that may allow them to escape judgement at the time of the forthcoming elections, even as the country, as Greece, continues to suffer due to the actions of their authorities.
The author of this note is President of the Centennial Group Latin America; a Senior Fellow at the Inter-American Dialogue; and served as IMF Western Hemisphere Director from 1994 to 2002. He is Argentine. The opinions presented here are his own, and are not intended in any way to represent the views of the organizations with which he is associated